11 de marzo de 2019

DÍA DE LA NATURALEZA Y CARNAVAL - bukanera zarza


PREVIO: Día 01 de marzo

Esta vez iremos de Viaje en el tiempo a conocer la naturaleza a Brasil y su carnaval, hablaremos de Darwin e iremos a Uganda con una gran mujer Dian Fossey.

El 03 de marzo es el día mundial de la naturaleza, por lo que el Bukanera Zarza, nos llevará a un viaje en el tiempo disfrutando de una apacible travesía, hasta llegar a lugares interesantes para saber algo de nuestro hermano el mono.

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Escucho las olas, voy disfrutando del paisaje,  mirando como el mar se une con el  cielo en el horizonte, pero me da pena,  al ver  de vez  en cuando,  algún plástico o botella  flotando en el agua. Por eso el día 3 de marzo se celebra el día de la naturaleza.

Estamos maltratando nuestro planeta, a  veces decimos que los  “ecologistas” son unos fanáticos que defienden un modelo de vida, que en el que el dinero, y eso  no es lo más importante, sin embargo, es lo que impera en todo el mundo, cuando veo botellas de plástico flotando, pienso:  que razón tienen !

En los océanos han crecido en un 75 % las llamadas “zonas muertas”, es decir, los espacios invadidos por las aguas residuales arrastradas por los ríos, en las que el oxígeno prácticamente ha desaparecido, y con ello desaparece la vida.

La solución es conservar y utilizar de forma razonable los océanos,  los mares y los recursos marinos, y eso  significa cuidar los caladeros de pesca, preservar los ecosistemas más vulnerables,  y además ser capaces de responder a los impactos del cambio climático y las actividades humanas en los océanos.

Según plataformas ecologistas, la forma más efectiva de hacerlo es a través de una red de santuarios marinos, que son espacios de protección de las especies que los habitan,  donde se posibilita su reproducción y el desarrollo, al margen de la sobre explotación industrial, de la contaminación y de los efectos del cambio climático.
El plástico es un gran problema ya que forma parte de nuestra vida diaria, está en los envases de productos, envases de cosméticos, en la ropa, en materiales de construcción y en muchos objetos que usamos en demasía,  acaban en vertederos, o en el mar.  Debemos reciclar.

Al igual que su producción, el aumento de residuos de plástico se ha incrementado de forma dramática, por su mala gestión,  abandonamos unos 8 millones de toneladas de plásticos que acaban en los mares y océanos anualmente, convirtiendo el mar en un vertedero, hay plástico en  fragmentos,  en trozos grandes y elementos completos en el fondo marino o flotando por el agua, y los podemos ver por las playas.

Millones de animales marinos, entre ellos las ballenas migratorias, los delfines, las tortugas marinas, aves marinas, focas, tiburones, y todo tipo de peces, que a menudo recorren grandes distancias por los océanos del mundo, resultan heridos o muertos por la ingestión de basura o por quedar atrapados en ella.

Cada vez,  comemos más pescado azul al ser rico en Omega-3, nos lo recomiendan, pero puede contener cantidades de mercurio por la contaminación del agua, así como el pescado blanco,  que 1 de cada 3 pescados que se consumen en España,  está infectado con anisakis, un parásito marino que puede provocar infecciones gastrointestinales y alergias por lo que el pescado debe ser congelado antes de comerse.

Hace unos años se publicó un informe en una revista científica llamada BioScience  firmada por 15.000 científicos de 184 países, haciendo una llamada de atención,  ese artículo está basado en argumentos y datos, para evitar una miseria generalizada y una hecatombe de la biodiversidad, para frenar la destrucción tan rápida que se está produciendo del mundo natural y el peligro  que acarreará a la  humanidad, es nuestra obligación mantener el tejido de la vida.

Han desaparecido 1.200 millones de kilómetros cuadrados de masa forestal por nuestra culpa, y con ellos desaparecen  mamíferos,  reptiles, anfibios, insectos, aves, y otros animales, que ya se han reducido en un tercio.

Las curvas de emisiones de gas de efecto invernadero y de las temperaturas siguen imparables hacia arriba, y todos somos conscientes y estamos informados  de ello, ¿pero hacemos algo, para evitarlo?.

Están desapareciendo abejas y Einstein dijo: “Al hombre sólo le quedarían cuatro años de vida. Sin abejas, no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres”.

Esto es solo un ejemplo, para que tomemos medidas y procuremos cada uno en lo que pueda, no maltratar nuestro planeta azul, los humanos necesitamos a los animales y plantas.
Ya en la playa, voy a dar un paseo por la isla, la arena está caliente, como el agua, hay muchos  cocos y palmeras caídas, así como restos de cosas que no deberían estar aquí. Los monos no paran de gritar y saltar de rama en rama, parecen que me siguen.
En este lugar no sé si habrá grandes simios, o primates, palabra que viene del latín y significa los primeros, pero monos, …  hay unos cuantos.
Me voy a sentar para disfrutar del paisaje, relax y ver las olas como vienen y van.     AY, ha caído un coco! !   Vaya susto, casi me da en la cabeza.


Oigo mucho música, estamos en Brasil, es Carnaval.

El carnaval empezó en la antigüedad, pues esta tradición se remonta a 3.000 a.C, a los sumerios, que eran pueblos situados entre el Tigris y el Eufrates, sí recordáis donde descubrieron la cerveza, después estas fiestas las heredarían los egipcios, romanos, hasta llegar a nuestros días.

Los campesinos acudían a la celebración, con disfraces y máscaras, congregándose alrededor de  una gran hoguera, para  pedir a la diosa Astarté, la diosa de la fertilidad y de la tierra,  que expulsara a los malos espíritus de sus cultivos, para tener buenas cosechas, ya que la mayor parte de la población se dedicaba a la agricultura, donde cultivaban cebada, dátiles, garbanzos, lentejas y mijo, entre otras producciones.  

Tenían muchas  catástrofes naturales,  que les destrozaban sus cultivos,  por eso  hacían estas fiestas en honor a la diosa, donde se comía, se bebía cerveza, se cantaba y bailaban, acabando en una bacanal descontrolada.

Estas fiestas pasarían a Egipto,  que se realizaban en honor del toro Apis, que era el rey de la fertilidad y del sol, siendo el responsable de las cosechas.

Posteriormente, los romanos harían estas mismas fiestas en honor al dios Baco, que era el dios del caos, las fiestas y el vino.
El emperador romano Constantino el Grande estableció, en el primer Concilio de Nicea (año 325 d.C.), la fórmula por la cual se determinaría  la Semana Santa y ésta sería siempre en el domingo siguiente a la primera luna llena tras la entrada de la primavera, y contando 40 días hacia atrás al Domingo de Ramos, comienza Cuaresma y acabando con el miércoles de ceniza.

Desde el Imperio Romano está costumbres se expandió la costumbre por Europa,  siendo llevado a América por los navegantes españoles y portugueses a partir de fines del siglo XV.

Como estamos en la selva además de sus sonidos, escucho  la música de las calles celebrando el carnaval, oigo a los monos dando gritos y  bajando de los árboles para cotillear y de paso quitarme algo.

Estoy inmóvil para ver como se acercan, son muy bonitos estos monitos rubios de cola muy larga.

Los monos habitan actualmente por casi todo el planeta,  su especie varía según su hábitat que le ayudan a adaptarse tanto al clima en el que se encuentran, como a su alimentación .
Aquí , tranquilamente sentada y relajada,  en una palmera caída, y con los gritos de los monos, me estoy acordando de Charles Robert Darwin que nació en  1809 en Inglaterra hijo de un médico, por lo que desde  muy joven se sintió atraído por la medicina, pero se dio cuenta que eso no era lo suyo, al asistir a un par de operaciones que realizó su padre en el hospital de Edimburgo.

Darwin se matriculó en Historia Natural en Cambridge y en el año 1831, cuando contaba 22 años, le surgió la gran oportunidad de su vida, pues le invitaron a participar como científico en la expedición naval del Beagle, que tenía como principal objetivo cartografiar las costas de Sudamérica.

El viaje, que iba a durar dos años, se prolongó hasta cinco; y fue clave para su posterior obra científica, ya que le permitió recoger todo tipo de material y realizar numerosas observaciones que servirían de base a su teoría de la evolución.

Mientras escribía en su cuaderno de campo, se le ocurrió la idea de la evolución biológica a través de la selección natural,  que daría lugar a su obra EL ORIGEN DE LAS ESPECIES usando los apuntes que había tomado durante sus observaciones,  en el año 1859 se publicó el libro.

Postuló que todas las especies de seres vivos han evolucionado con el tiempo,  a partir de un antepasado común,  mediante un proceso denominado selección natural,  que permite la supervivencia de los más fuertes.
Esa teoría fue aceptada en su época como un hecho,  por la comunidad científica y por el  público en general.

La gente corriente sin leer absolutamente nada, solo por hablar por hablar,  de algo que habían escuchado  sobre la teoría, comenzaron a decir: que el hombre venía del mono,  y los detractores de Darwin lo ridiculizaban en caricaturas que mostraban al eminente científico convertido en un simio peludo.

Darwin escribió otra obra que se titula: EL ORIGEN DEL HOMBRE, plantea la hipótesis de que humanos y simios descienden de progenitores comunes, no unos de otros, es decir, ​Darwin no dice que el hombre viene del mono, sino que  los humanos somos monos.

Pero las discusiones más duras se han producido más allá de la ciencia. No hay ninguna duda  que uno de los grandes  debates sobre esto, está entre la ciencia y la religión,  ya que las  teorías científicas  sobre la creación del mundo y sobre la raza humana chocan con las doctrinas religiosas sobre la creación del universo y del ser humano.

La teoría de Darwin sobre la evolución mediante la selección natural no fue considerada importante hasta el año 1930, y actualmente constituye la base de los estudios modernos sobre evolución.

Hemos vuelto a zarpar para cambiar de continente, este trayecto será un poco más lejos, pero este bergantín máquina el tiempo llega un pis pas.

Lo que os decía ya estamos llegando a otro continente a AFRICA  y los gritones monos, ya nos dan la bienvenida,  desde los frondosos y altos árboles saltan de rama en rama por las copas….
Como estamos visitando a nuestros parientes los primates vamos a conocer a una valiente y maravillosa mujer se llamaba DIAN FOSSEY

Nació es Estados unidos en el año 1932,  se matriculó en veterinaria en la Universidad de California, que era la carrera  que más le gustaba por el amor que sentía por los animales, pero no se le daban muy bien las matemáticas, la química y la física por lo que abandonó la carrera en el segundo curso.

Durante su primer año de carrera le ofrecieron la oportunidad de ir a trabajar en un rancho de Montana durante el verano, y allá que se fue, estando feliz por la  pasión que tenía a los  animales y la naturaleza, ella se encargaba de cuidarlos.

Pasado un tiempo, como todo el mundo sabía de su amor a los animales, le ofrecieron la oportunidad de ir África, pero no tenía dinero, y a partir de ese momento decidió ahorrar todo lo que pudiera para cumplir su sueño y conseguir llegar allí, ahorró mucho, pero no le llegaba, y el tiempo se le hacía una eternidad.

Mientras ahorraba como no había estudiado se hizo autodidacta estudio y se preparó  leyendo todos los libros que pudo encontrar sobre África, interesándose  de manera especial en un libro dedicado a los gorilas del  zoólogo George Schaller.

Este hombre dijo en cierta ocasión:  "Nadie que mire a un gorila a los ojos - inteligente, gentil, vulnerable - puede permanecer indiferente ante la realidad,  de que la diferencia entre humano y gorila desaparece, que el gorila vive aún dentro de nosotros.
Esa lectura despertó más aún si cabe,  en ella,  el deseo de aprender más cosas sobre los gorilas que vivían en las montañas del África y de los que hablaban las obras del famoso zoólogo

De modo que cuando había conseguido ahorrar bastante, pero no lo suficiente  para emprender  el viaje,  se lio la manta a la cabeza y pidió  un préstamo para poder comprar el pasaje, y todo lo que necesitaba para su aventura, consiguiendo ir a  África en 1963, embarcándose hacia lo desconocido, pero emocionante viaje.

Esta  aventura  le cambiaría su vida, confirmando sus sospechas,  descubrió cual era su verdadera vocación, y por la que sería reconocida por el mundo entero, quería ser zoóloga,
Dian Fossey  observaba a los gorilas de las montañas en su hábitat natural y un día visitó al antropólogo británico Louis Leakey, que  convencido de que las investigaciones  de Dian sobre  los grandes simios podría aportar información sobre el problema de la evolución humana, la  animó a iniciar un estudio de campo sobre los gorilas.
Se convirtió en una  observadora ingeniosa y paciente del comportamiento de estos animales, ella dijo que los gorilas además son tímidos y susceptibles, algunos por ejemplo dejan de jugar al sentirse observados, pudiendo ser agresivos para defenderse si se consideran amenazados.

Dian  lo primero que intentó fue imitar el comportamiento de los gorilas para intentar acercarse a ellos y que la aceptasen sin sentirse amenazados, para estudiarlos más de cerca y poder hacer fotos, caminaba a cuatro patas, bostezaba, se rascaba la cabeza, fingía comer hojas, vocalizaba eructos de satisfacción e incluso, creyendo que eso ayudaba, se golpeaba el pecho a la manera de los gorilas, hasta que descubrió que en realidad ese gesto era una señal de alarma y lo que conseguía era precisamente lo opuesto a lo que pretendía, y los gorilas salían corriendo.

Como defendía a los animales, y cuestionaba a los cazadores,  la consideraron persona non grata y decidieron expulsarla del país, un día un grupo de soldados aparecieron en su campamento ofreciéndole  escolta para que se fuera lejos de aquel lugar, y solo pudo llevarse sus efectos personales y entre ellos su gallina a la que había bautizado Lucy.

Durante varios días Dian permaneció enjaulada y exhibida públicamente como un trofeo junto a otros prisioneros que mas tarde fueron asesinados, incluso fue violada, según confesó a una compañera y amiga.

Afortunadamente ideó una forma de escapar,  haciendo creer a sus captores que era rica y que en Uganda guardaba mucho dinero y que si la acompañaban allí en un todo terreno se lo daría.
Una vez en la frontera entre ambos países los guardias de la aduana ugandesa se negaron a dejarle pasar, en plena  discusión entre ella y los soldados que era interminable, en ese momento,  Lucy puso un huevo.

Dian se puso a aplaudir a la gallina y a comportarse como una loca, haciendo teatro, a los guardias pensaron que  una pobre “bumbavu” traducido significa idiota y por esa razón,  para quitársela de encima la dejaron pasar.

Después de atravesar la frontera fue al hotel de un amigo que había conocido en su primer viaje, y allí pudo esconderse, mientras los soldados que la habían acompañado, la buscaban para que les diera el dinero, ella consiguió que no la pillaran,  huyendo Nairobi para poder seguir investigando.

Dian se hizo una casa en la jungla al lado del Centro de Investigación Karisoke en el Parque  Nacional de los Volcanes en Ruanda, los nativos la llamaban Nyiramacibili, que significa la mujer que vive sola en el bosque.

Fossey creía que los gorilas desaparecerían en el siglo XXI si nadie se ocupaba de protegerlos, por eso ella quería cuidar de ellos y para poder hacerlo, pasaba más días y noches cerca de los grandes simios en la selva,  que en su casa.

Ella vivía en Karisoke, donde,  tenía su laboratorio, que pasaría  a ser  el Centro de Investigación de Karisoke, en 1967, y en el año 1974 la concedieron el grado de doctora en Zoología por la Universidad de Cambridge.

Dian Fossey tenía pocos amigos, entre los lugareños, por su fama y su dureza con los cazadores,  contra los que  la científica luchaba energicamente,  porque invadían el territorio de sus gorilas, y en los años 70 solo quedaban unos  250  ejemplares en Virunga, una región fronteriza entre Ruanda, Uganda y Zaire (Congo).

Los cazadores furtivos decían que raramente atacaban a  los gorilas, pero estos quedaban atrapados en trampas puestas para capturar a otros animales.

Cuando se adentraron en el territorio de Virunga, la Fossey mantuvo entrevistas con las autoridades de la zona, y como no hacían nada, ella misma tomó la decisión de destruir las  trampas, romper las jaulas que los furtivos ponían, y hasta los persiguió para  echarles a balazos, con la ayudada de algunos guardas forestales de su confianza.

Mientras tanto, sus reportajes eran publicados en la revista National Geographic, y miles de personas empezaron a concienciarse.

Dian Fossey, en la navidad de 1985, fue encontrada muerta a los 53 años, en la cabaña de su campamento en Karisoke, los asesinos habían hecho un butrón en la pared, para entrar,  donde la cosieron a machetazos, su asistente, Wayne McGuire, dijo que “su rostro había sido cortada por la mitad con un machete”.

Al final,  se descubrió que el autor del crimen había sido Protais Zirigan-yirago, cuñado del presidente ruandés y capo de los furtivos que mataban a los gorilas.

Dian Fossey fue enterrada en el cementerio que había construido para gorilas cerca de su casa, después de vivir 18 años en África estudiando a los gorilas.

Su obra Gorilas en la niebla (1983) recoge las observaciones realizadas que apuntaba en su cuaderno de campo durante los años de estudió a los gorilas en la selva, después su obra y su vida inspiró una película, con el mismo título de.

Como hemos visto hay personas que son capaces de dar hasta su vida, por salvar la naturaleza. Como esta mujer valiente y luchadora.

Feliz Carnaval, siempre desde la mesura, y cuidar del medio ambiente, hasta el próximo viaje en el tiempo.