11 de febrero de 2019

Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia HIPATIA - PGM 8 FEB BUKANERA ZARZA

Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia


11 DE FEBRERO 2019

PROGRAMA DEDICADO A TODAS LAS CIENTÍFICAS, DEL PASADO, PRESENTE Y FUTURO.

PROGRAMA GRABADO EL VIERNES Y EMITIDO EN DIRECTO EL DÍA 8 DE FEBRERO.

PARA ESCUCHAR, PODCAST DEL PROGRAMA DE ONDA CABANILLAS EN EL 107.0


CLICAR LA IMAGEN DE HIPATIA



Representación de Hipatia en el cuadro - Escuela de Atenas -  Rafael Sanzio






SALUDOS
Bukanera Zarza


TEXTO POR SI NO LO PUEDES OÍR:

En esta ocasión veo por las coordenadas que nos dirigimos nuevamente a Mesopotamia.

Existen fuentes documentales datadas en el año 3.500 a.C., aprox., de la antigua Mesopotamia, en las que en algunos grabados o textos cuneiformes, escritos en sumerio y en neo asirio, aparecen mujeres atendiendo partos y adquiriendo conocimientos de forma empírica, llamadas Šabsutu.

Las Šabsutu también eran las personas encargadas de curar las heridas sufridas por los soldados en las batallas. La curación consistía en la aplicación de remedios basados en plantas medicinales y otras técnicas sanatorias.

Es evidente, que la mujer ya participaba en aquellos años, en el desarrollo de la medicina y de la cirugía.

Sus instrumentos eran arcaicos, usaban espinas de un árbol a modo de agujas para coser y suturar y otros objetos para rasurar.
Las fuentes cuentan que en Sais y en Heliópolix existían escuelas de medicina o “casas de vida” especializadas solo en la enseñanza para mujeres desde el año 3000 a.C..
En estas escuelas se formaba a las mujeres para enfrentarse a enfermedades ginecológicas, se estudiaban los órganos femeninos, la asistencia a los partos y el cuidado de los recién nacidos.
 
El lugar que ocupa la mujer en la sociedad de este Antiguo Egipto es bastante mejor,  que el que ocupa en otras culturas de la época, e incluso en épocas posteriores.

El hombre y la mujer, por tradición, tienen roles bien diferenciados en la sociedad, pero parece que no hay barreras de género insuperables  para quien quiere cambiar de estatus. Otra cuestión eran las castas o niveles dentro de la sociedad.

Inicialmente, los egipcios no reconocen que las mujeres son iguales a los hombres, sin embargo, reconocen que son un complemento para ellos.      

Estos signos se aprecian tanto en las cuestiones morales como en las teológicas.

A diferencia de lo que ocurría en Grecia donde a la mujer se la consideraba «una menor toda su vida», en este antiguo Egipto no se conoce el grado de diferenciación entre ambos géneros en la vida cotidiana.

Los egipcios presentan a las mujeres como frívolas, caprichosas y poco fiables, pero a pesar de todo ello, las egipcias tienen una posición que no tienen en otras sociedades de la época.


La medicina en Egipto es un servicio gratuito, disponible en cualquier pueblo y en cualquier momento para todos los egipcios salvo para los esclavos.

El monarca, además de asegurar el sustento de todo el mundo en las épocas de escasez, administra la justicia, la seguridad, el suministro de aguas, y el cuidado de la salud de sus súbditos que no son esclavos.

Los médicos están especializados en diferentes disciplinas, como oftalmología, obstetricia, ginecología que la administraban las mujeres,  traumatología, urología, etc., también había médicos no especialistas y entre ellos algunos más viejos conocían varias especialidades.

Los médicos eran nómadas iban recorriendo las tierras del Nilo para atender a los enfermos que les necesitasen, y además enseñaban a la gente a cuidarse y a tener higiene.

Ellos hacían sus propias medicinas a base se plantas con las que curaban heridas, realizaban intervenciones quirúrgicas, incluso operaban cataratas, hacían trepanación de cráneos, fabricaban prótesis, escayolaban miembros, las medicas atendían 

embarazadas, partos, prescribían métodos anticonceptivos, hacían las pruebas de embarazo. 

NIHIL NOVUM SUB SOLE – nada nuevo bajo el sol.


Pero entre los galenos de la época apareció una galena,  Peseshet, una mujer, que vivió durante la Dinastía IV, a la que se considera, la primera mujer médico conocida en el Antiguo Egipto.

Existe una controversia si era ella o si antes había sido otra mujer Merit Ptah, otra médica,  porque  Peses-et ya tenía el título, según el modelo de la administración real, de "supervisora o superintendente de las mujeres médico"

En la mastaba del hijo de Peses-het, o de su marido,  pues no se sabe a ciencia cierta, de quien era esa tumba, si de Ajethetep o Ajethotep, ya que los nombres crean confusión, al ser tan parecidos,  en la zona de Guiza, se encontró una estela de Peseshet, donde reza una  inscripción nombrándola "superintendente de las sacerdotisas de la madre del rey" o "directora de las sacerdotisas", que eran elegidas para los ritos de los funerales.

Es probable que se hubiese graduado como matrona​ en la antigua escuela médica de Sais, aunque no se ha encontrado ningún término en el Antiguo Egipto que se refiera a la obstetricia.

Lo que si es cierto es que las parteras existieron, como se indica en la Biblia, que es una fuente escrita de la antigüedad,  en el Éxodo aparece ese nombre,  donde dice:

"El rey de Egipto dio también orden a las parteras de las hebreas: Cuando asistáis a las hebreas, observad bien las dos piedras .”

 Su colega Merit Ptah, nacida aproximadamente en el año 2700 a. C. conocida por su nombre en la historia de la medicina como la primera mujer mencionada en toda la historia de la Ciencia, y la primera mujer que se menciona en toda la historia de la medicina, pero como está la  controversia con Peseshet, cabe la duda, quien fue la primera, en inscripciones dice que ejerció como médica en Egipto, pero no se sabe si fue  Peseshet la primera mujer médica, o lo fue Merit Ptah, pero de lo que no cabe duda es que había medicas en el antiguo Egipto.

Está claro  que hubo dos mujeres médicas e investigadoras ya que aparecen en fuentes, también investigaban estudiaban botánica, con las que hacían sus medicinas.

Posiblemente hubiese más médicas, pero que no están identificadas, pero en la escuela había muchas más mujeres estudiando, esas escuelas egipcias de medicina para mujeres estaban en Sais y Helió-polis por lo menos en esas ciudades desde el 3000 a. C., en las que se abordaba preferentemente el estudio incipiente de ginecología,  obstetricia  y pediatría.

Sus trabajos pueden verse dibujados en iconografías  jeroglificas en una tumba en la necrópolis cercana a la pirámide escalonada de Saqqara, que es una de las pirámides más antiguas conservadas, donde pone "la médico jefe" o “la físico”, según la traducción, y en esa zona era donde el hijo de Merit Ptah,  trabajaba como sumo sacerdote. 

Las vidas de Merit Ptah o Peseshet  era probable que se solaparan con la de  Imhotep, un hombre  considerado  el primer médico  en la historia egipcia, además de otro médico masculino, HesyRa, se cree que vivieron en torno al mismo tiempo que las médicas, no estando claro quienes fueron los primeros o las primeras.

El nombre de Merit Ptah significa “Amada de Ptah”, pues Ptah era un dios creador para los egipcios al que se atribuían poderes sanadores como los que tenía Merit Ptah.

La participación de la mujer en el desarrollo de la medicina y de la cirugía ha podido documentarse con una antigüedad cercana a los 3,500 años a.C.

No hay mucha más información sobre esta medica, no se sabe su fecha de fallecimiento, pero si se encontró y se publicó alguna obra, dónde dice donde vivió, a quién curó y a quién trató.

Lo único que se deduce de su vida es por su trabajo, y que su trabajo debió ser de tal calidad, que aun siendo mujer en un patriarcado, consiguió superar múltiples recelos y rechazos, y su nombre fue recogido, así como su  efigie grabada, lo que prueba la importancia que su trabajo tenía en su época.

En su honor, la Unión Astronómica Internacional bautizó un cráter en Venus como Merit Ptah.

Esta  máquina del tiempo nos ha traído a otra zona de Egipto pero en otro tiempo, ya que estábamos a.C., y ahora  estamos en el s-IV d.C.

Veo la Biblioteca de Alejandría y la  Escuela de Alejandría, a ver si podemos encontrar a Hipatia.

Es una mujer que ha nacido en esta ciudad, capital de la diócesis romana de Egipto, a mediados del siglo IV, su padre es Teón de Alejandría, que es un célebre matemático y astrónomo, muy apreciado por sus contemporáneos, ahora está dando clases en la Biblioteca del Serapeo, sucesora de la legendaria Gran Biblioteca ptolemeica.

Por lo que Hipatia, se está educando en un ambiente académico y culto, dominado por la escuela neoplatónica alejandrina, su padre la enseña matemáticas y astronomía y además de conocimiento, la está enseñando a tener pasión por la búsqueda de lo desconocido.

Es seguidora de Plotino, que cultiva los estudios lógicos y las ciencias exactas, llevando una vida ascética.

Hipatia a la vez de estarse educando y está enseñando a unos selectos alumnos aristócratas cristianos y paganos que en un futuro ocuparían altos cargos, entre los que sobresalen el obispo Sinesio de Cirene con el que mantuvo una importante correspondencia, Hesiquio de Alejandría y Orestes, prefecto de Egipto en el momento de su muerte.

Con muchas horas de estudio y esfuerzo está logrando muchos  conocimientos en literatura y ciencia, y ya está sobrepasando en todo, a muchos filósofos del momento.

Se está convirtiendo en una maestra y filósofa neoplatónica, matemática, astrónoma, escritora e inventora de la mecánica griega, destacando en todos los campos, consiguiendo ser miembro y cabeza de la Escuela neoplatónica de Alejandría a comienzos del siglo V.

La biblioteca pretendía recoger todo el saber humano e  integrarlo dentro de un complejo cultural que no solo comprendía una biblioteca, sino el museo de Alejandría,  Museo que tiene que ver con las MUSAS.

En ese museo había un observatorio astronómico, un zoológico, un jardín botánico, siendo un complejo científico, como una ciudad de las artes y de las ciencias, muy bien hecho donde estudiaban investigadores sufragados por el estado, con una sala de disección y por supuesto una palestra, gimnasio en griego.

Desde el mundo antiguo esto expresa el famoso lema “men sana en corpore sano” los griegos cuidaban tanto su cuerpo como su mente, al igual que los egipcios.

Todo eso conformaba el museo de Alejandría y una de las partes más importantes era la biblioteca, en la que llegó a haber prácticamente un millón de volúmenes en época avanzada.

La escuela de Alejandría o Escuela neoplatónica de Alejandría, se creó durante el siglo III d.C. gracias a la figura de Ammonio Saccas, que fue un filósofo de dicha ciudad, y a él se le atribuye la creación de esta escuela, es una más, de la época a la que consideraban pagana, puesto que seguían los conocimientos y estudios griegos en una época en la cual el cristianismo estaba en expansión.
Su existencia coincidió con la de otras escuelas famosas como  fueron la de Roma, Siria, Pérgamo y Atenas.

La escuela de Alejandría, entre los siglos III al V d.C., se le unieron estudiosos de renombre como Hipatia, como otros centros educativos, perduraban gracias a las ayudas del municipio y a las aportaciones de los estudiantes.

Los estudios que allí se impartían eran organizados en tres niveles, y lo que se estudiaba en esa época, era la gramática, la retórica y la filosofía.

Durante el siglo IV, a estos estudios se incorporaron materias de tipo la científico, al haberse destruido un templo dedicado a las Musas y a su vez centro de estudio pagano el cual contaba con una biblioteca y salas al servicio de los eruditos y sabios del lugar.

El templo consagrado al dios Serapis construido en el año 300 a.C. por Ptolomeo I situado en  dicha ciudad, tenía una biblioteca que se siguió ampliando, hasta que el patriarca cristiano Teófilo la destruyó junto a una muchedumbre pretendiendo desterrar de Alejandría todo culto pagano,  posteriormente sería transformado en un templo cristiano

Para sustituir lo perdido, se creo la biblioteca de Alejandría tras varios incendios en otras grandes bibliotecas como el Viejo Palacio Real de los Ptolomeos, el Museion, y el Serapeum, que  hicieron que se plantearan el crear una biblioteca que sustituyera a todas estas.


Entre los siglos III y VI el profesorado de la escuela constituye un baluarte del paganismo en el mundo antiguo, aunque siempre admitió a alumnos cristianos en sus aulas.

Este sería el ejemplo de su creador que dio clases al pagano Plotino, filósofo griego neoplatónico autor de las Enéadas, y profesor en la escuela de Alejandría, de quien también fueron discípulos Orígenes que era pagano y  Longino y Erenio que eran cristianos.
Durante los siglos IV y V, las escuela se sustentaban gracias a las aportaciones del municipio y de los estudiantes, siendo una herencia de Platón a las que se le suma la aportación de las donaciones de los legados y los simpatizantes.

Había diferencias con otras escuelas, como la de Atenas que creó Teodosio II en Constantinopla, que ambas se nutrían y dependían directamente de recursos imperiales.

En esa misma época, la escuela neoplatónica continúa siendo un bastión del paganismo pese a la presencia de alumnos o escolares cristianos en sus aulas, y la cada vez era más notable la influencia y existencia de la vida cristiana en la ciudad.

La segunda mitad del siglo V e inicios del siglo VI  destaca por las estrechas relaciones existentes entre los paganos de Alejandría con los de Atenas, así como con los de Siria.
Otras novedades de la escuela de Alejandría será la colaboración en sus tareas de personas cristianas en asuntos secundarios.


Hipatia está estudiando mucho y se ha convertido en  la PRIMERA MUJER MATEMÁTICA, está escribiendo sobre geometría, álgebra y astronomía, y además anda mejorando el diseño de los primitivos astrolabios, un instrumento para determinar las posiciones de las estrellas en  la bóveda celeste.

Ha inventado un densímetro, siendo PIONERA EN LA HISTORIA DE LAS MUJERES DE LA CIENCIA.

Sabe tanto de la escuela de Platón y Plotino, que explica los principios de la filosofía a sus oyentes, muchos de los cuales vienen desde muy lejos para recibir sus enseñanzas, por lo que ha creado una escuela en torno al año 40, convirtiéndose en una filósofa lideresa de los neoplatónicos alejandrinos, su casa  se ha convertido en un centro de instrucción donde acuden estudiantes de todas partes del mundo romano, atraídos por su fama.

Entre sus alumnos había cristianos, como por ejemplo su alumno predilecto, Sinesio de Cirene, obispo de Ptolemaida,  perteneciente a una familia rica y poderosa, que mantuvo una gran amistad con su maestra, dejando  mucha información  escrita sobre su maestra, y cuando habla de ella dice que es "la auténtica maestra de los misterios de la filosofía".

Sinesio de Cirene manifiesta con elocuencia la devoción que Hipatia despertó en sus discípulos, en la carta 16 de su epistolario la saludaba como: madre, hermana y profesora, además de benefactora.

Damascio del s-VI d.C. es filósofo pagano y dice que Hipatia que además de conseguir el grado más alto de la virtud práctica en el arte de enseñar, es justa y sabia, la  maestra alejandrina es de naturaleza más noble que su padre, y ella no se conforma solo con el saber de las ciencias matemáticas, en las que había sido introducida por su padre, sino que además se dedicó a estudiar y aprender e investigar sobre otras ciencias con mucha entrega y tesón.

Hipatia está interesada en aprender sobre la historia de  diferentes religiones que se conocen en este momento, sabe muchas cosas y sigue estudiando sobre oratoria, quiere convertirse en una experta oradora, ya sabe mucho  sobre el pensamiento de los filósofos y sobre los principios de la enseñanza, por lo que ha viajado de  Atenas y a Roma, donde fue con el mismo afán de siempre de aprender para poder enseñar.

Existe una correspondencia donde se mencionan los nombres de varios alumnos de Hipatia que fueron condiscípulos suyos: el hermano menor de Sinesio, su tío Alejandro, ​ Herculiano, un  gran amigo, al que consideraba «el mejor de los hombres», Hesiquio de Alejandría, gramático y gobernador de Libia Superior, y una larga lista de nombres que llegarían a ser ilustres, muchos de sus  alumnos fueron un grupo que estaban muy unidos de aristócratas paganos y cristianos.

Hipatia tenía un trato cordial  con los cristianos, y estas autoridades religiosas alejandrinas, eran tolerantes con las actividades de la filósofa, porque no era una pagana militante.

Egipto era sede de una de las comunidades cristianas más importantes del Imperio, y el Patriarca de Alejandría gozaba del máximo prestigio e influencia, junto a sus colegas de Jerusalén, Antioquía, Constantinopla y Roma.

Teodosio I el Grande se había convertido al cristianismo e impuso la religión de Estado por el Edicto de Tesalónica en el año 380, imponiendo la ortodoxia nicena, provocando la reacción tanto de los paganos como de las distintas facciones del cristianismo, que ahora oficialmente estaban convertidas en herejías que debían perseguir y erradicar.

Los filósofos neoplatónicos como Hipatia pronto fueron objeto de fuertes presiones, algunos se convirtieron al cristianismo, pero Hipatia dijo que no se convertía, a pesar de los consejos de su amigo Orestes, que era prefecto augustal y alumno suyo, y que se había bautizado en Constantinopla antes de ir a desempeñar su cargo en Egipto.

A pesar de su paganismo, Hipatia cuenta con la estima y protección de estas élites intelectuales cristianas, e incluso 120 años después de su muerte el historiador Sócrates Escolástico, ​ la consideraba, a pesar de su religión, un «modelo de virtud».

Orestes se dejaba aconsejar por Hipatia en los asuntos políticos y municipales, y en la SUDA que es una enciclopedia del s-XI, confirma que Hipatia fue popular como consejera de las más altas magistraturas de Alejandría:

HIPATIA «Vestida con el manto de los filósofos, y abriéndose paso en medio de la ciudad, explicaba públicamente los escritos de Platón, o de Aristóteles, o de cualquier otro filósofo, a todos aquellos  que la quisieran escuchar.

En la ciudad se produjeron disturbios y tras estos problemas el episcopado envió a Teófilo, que consiguió la tranquilidad y paz social en Alejandría, después de haber vivido muchos tumultos sangrientos, pero a su muerte, en el año  412, hubo problemas por su sucesión y al puesto compitieron  Timoteo y Cirilo, sobrino del fallecido, no era una pelea fácil pues era por motivos puramente religiosos.

Pero como Timoteo tenía poder y era influyente en el  patriarcado alejandrino, fue  capaz de interrumpir los envíos de grano a la capital imperial, que había estado  gozando de una riqueza inmensa gracias a Teófilo, y con esté parón de alimentos, la gente empezó a pasar hambre, y como Egipto tenía una de las mayores y más organizadas comunidades cristianas del Imperio, consiguieron romper con la paz social culpando a los paganos.

Se especulaba que Cirilo mantenia contactos con Hipatia a través de su ex alumno el obispo Sinesio de Cirene, amigo de su difunto tío el patriarca Teófilo, y que los motines estaban azuzados por Cirilo,​ mientras que Orestes trataba de proteger a los hijos de Israel, pero, tras una serie de incidentes de gran violencia, Cirilo logró expulsarlos permitirendo que sus bienes fueran robados por la multitud.

Empezó entonces a correr un rumor entre los cristianos de Alejandría  que la causante de la discordia entre Cirilo y Orestes era la influyente Hipatia, amiga y consejera de su ex alumno y, que era opositora a los abusos del poder religioso.

Por lo que Hipatia fue asesinada  en plena cuaresema cuando tendría una edad entre los 45 y 50 años. Un grupo de fanáticos dirigidos por un radical,  se abalanzó sobre la filósofa mientras regresaba en carruaje a su casa, la golpearon y la arrastraron por toda la ciudad, tras desnudarla, la tiraron  piedras y tejas hasta acabar con su vida  y tras descuartizarla, sus restos fueron paseados por la ciudad hasta llegar al Cinareo o crematorio.
El exaltado obispo Juan Nikiu y en el s-VIII, la consideró una bruja peligrosa, responsable del conflicto entre cristianos y judíos y entre Orestes y Cirilo.

La muerte de Hipatia era deseada por ese obispo alejandrino y la usó como coartada para justificar su crimen,  aduciendo que su muerte lo había provocado ella misma  por su rebeldía.
La biblioteca de Alejandría, tenía 10 salas temáticas, pero hubo un factor que dificulta la transmisión de la historia, que fueron los incendios, ya que  por su culpa se perdieron muchos volúmenes, así como obras de arte.

Cuando se destruyó la biblioteca de Alejandría durante los sucesos de Serapeum,  el matemático Teón, padre de Hipatia, tuvo que huir y refugiarse en Constantinopla, mientras su hija era asesinada en el año 415 d.C., diciendo: nuestra escuela seguirá siendo pagana.
Hipatia fue la última sabia de la biblioteca de Alejandría.

Con esta acción salvaje pretendían que las mujeres abandonasen la enseñanza en las escuelas y dejaran de asistir a las asambleas, reduciendo su participación social solo a los ámbitos domésticos.
Y no estando en casa sino navegando me despido de vosotras y vosotros, esperando os haya parecido interesante, este viaje en el tiempo, en el que hemos recordado a las primeras mujeres científicas.




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