17 PROGRAMA VIAJE EN EL TIEMPO - EL AGUA EN LA ANTIGUA ROMA
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RECONSTRUCCIÓN DE LA VILLA GETTI
Roma surgió de los asentamientos de tribus latinas,
sabinas y etruscas, situado entre el río Tiber y la vía Salaria muy cerca del
mar Tirreno, sobre las siete colinas.
Según una leyenda Roma fue fundada por Romulo y Remo dos
gemelos hijos de la diosa Eneas y criados por la loba Luperca, en el año 753
a.C. Romulo mató a Remo y se convirtió en el primero de los 7 reyes de Roma.
Para los romanos el agua era muy importante para su vida
diaria, de modo que solían construir sus pueblos cerca de zonas con agua, y si
no la había la transportaban a sus ciudades, ya que constituía un aspecto
básico, siendo necesario un caudal constante y considerable.
El agua era usada
tanto en las termas públicas o balmes privados, así como en la industria, la
agricultura y la ganadería.
La vida civilizada no se entendía sin agua, por lo que
los gobernantes realizaban grandes obras de ingeniería para llevarla a las
fuentes públicas, y a los edificios, construyendo acueductos que entraban en las ciudades aportando en agua necesaria al recinto urbano,
el agua se distribuida por CAÑERÍAS de plomo o de cerámica.
Posteriormente, las aguas ya usadas y las aguas fecales, llamadas AQUA CADUCA, eran recogidas
en un complejo sistema de cloacas que aseguraban la salubridad de la población,
en ocasiones de carácter puramente funcional y que adquirieron un gran
desarrollo técnico y arquitectónico.
Cuando en un desarrollo urbanístico, se encontraban con
un rio o un barranco ellos buscaron la solución haciendo puentes para
transportar el agua mediante acueductos.
Construían grandes puentes con grandes pilares generalmente hechos de sillares con
materiales fuertes como la piedra, sin argamasa, formado por varios arcos de
medio punto.
Como los romanos eran grandes ingenieros jugaban con la
fuerza de los pilares que distribuyen el peso a lo largo del arco de medio punto, y por eso se distribuye
perfectamente a lo largo del edificio sin necesidad de argamasa, usando solo los
sillares de piedra superpuestos unos sobre otros que se mantienen por la presión.
Por encima del puente siempre hacían una calzada para
poder pasar tanto personas como carros.
Los puentes en muchas ocasiones eran conmemorativos y en
ese caso hacían un seudo arco del
triunfo con una escultura del emperador del momento, con el paso del tiempo se
suelen perder estas pequeñas obras de arte
permaneciendo la noción global
del puente.
Los acueductos tienen el mismo sistema de construcción
que los puentes. Se hacen pilares más estrechos para que la fuerza del edificio,
al ser muy altos, no recaiga en los
pilares de la primera planta, de manera que si un puente tiene un piso los
pilares serán más amplios, fuertes y robustos para que la fuerza de los arcos
de medio punto puedan distribuir el peso, a medida que se van subiendo más
pisos los pilares no requieren tanta fuerza y por lo tanto eso se va a ir
haciendo cada vez finos porque la fuerza se va a distribuir por los distintos
pisos.
Lo importante de todo esto es que sus paredes son
impermeables y el sistemas es para sanear el agua y poder tener agua potable
para usarla en las casas, spas, fuentes
o regar los jardines.
Los acueductos son importantes porque además de ser una
forma de transporte, forman parte de la potabilización
del agua.
Los saneamientos de las ciudades, estaba formada por una
amplia red de alcantarillado heredado de los etruscos, a donde se vertían las
agua sucias de las casas, de las termas y de las fuentes llegando al rio más
cercano.
Los saneamientos y las comunicaciones del agua eran
importantes como en las ciudades de Alejandría, Roma, Mérida, o Cádiz con la
Cloaca Máxima de construcción etrusca.
Para los romanos era muy importante el abastecimiento del agua en las ciudades,
pero no solo desde el punto de vista urbano
cubriendo las necesidades caseras, sino como
decorativa ya que pensaban que
para que una ciudad fuese bella debía
tener olor agradable, estética y fuentes.
Los romanos acudían casi a diario a las termas públicas o
las termas caseras o BALENUM ya que era
lugar de encuentro y de esparcimiento, donde coincidían con los amigos, y comentaban
los sucesos del día, contaban chistes, jugaban, cerraban negocios e, incluso,
tramaban conspiraciones, en definitiva socializaban.
Existían otros edificios llamados letrinas, pero no eran para ser usados cuando
necesitaban ir al baño, sino que las utilizaban como parte de la socialización
romana, por lo que había muchas.
Por otro lado, no todas las casas tenían agua, solo las
de los ricos, llamadas domus o villas, eran las que tenían el sistema de saneamiento
y por lo tanto usaban las cloacas.
Sin embargo, había casas normales, denominadas insulaes,
que sí, tenían agua y saneamientos, pudiendo tener baños comunitarios, pero no
en todas las plantas, hay que tener en
cuenta que había categorías de ínsulas.
Había ínsulas más ricas y otras más pobres, a medida que
las casas se iban alejando del centro de la ciudad las casas eran peores, pues
el centro político estaba cerca del foro y esa cercanía hacía que fueran más
caras y mejores.
Había domus de ciudad y de campo que eran una especie de
hacienda donde los patricios iban de
vacaciones, usadas solo en verano donde llevaban a sus esclavos que trabajaban
para ellos, pero sin abandonar sus negocios por lo que no dejaban de tener
comunicación comercial con la ciudad ya que era de lo que vivían.
Las zonas de la domus
más importantes son las termas,
el compluvium, un agujero en el
techo para que caiga agua lluvia, al
impluvium estanque que se encontraba junto al atrium sala principal, el triclium (comedor), el tablinium era un lugar de paso, el peristylum
soportal que rodeaba el jardín o un patio donde hay un pozo que capta agua del
nivel freático, pues solían edificar cerca de un río.
Los romaros heredaron de los griegos el amor por el agua,
que en la parte superior del gimnasios, llamados Palestra, era un patio central
al que se abrían todas las demás estancias para practicar ejercicios físicos,
donde tenían bañeras interiores, con esculturas de leones que de sus fauces
abiertas soltaban agua y pasillos que abrían paso a las duchas y piscinas
circulares con peldaños para sentarse, para relajar la mente y el cuerpo, Men
sana en corpore sano.
El baño se convirtió en un rito que pasaría a ser un
arte, teniendo baños de arena, baños de agua caliente, baños de vapor, con aire
calentaban una bóveda oscura, también tenían cascadas de agua fría así como
masajes con aceites aromáticos, siendo la inspiración para los spa romanos.
En los SPA, que
son las siglas de Salutem per aquam, la salud por el agua, también tenían salas
para masaje, pues era muy importante en
el mundo romano, junto a los perfumes y los aceites de olores.
Todo ello junto con la decoración de mosaicos que no se
estropeaba con el vapor y el mármol era un mundo para disfrutar y relajarse,
todo esto sería copiado por otras culturas como
la árabe. Además de ir a bañarse
también iban a tomar el sol.
Los gobernantes al considerar que las terma eran lugares de reunión y socialización a las que
ellos acudían diariamente, pensaron que la gente corriente debían poder asistir
y como los plebeyos o los esclavos no podía permitirse tener una terma en su
casa, a veces los emperadores o los patricios concedían baños gratis para el
resto de la población pudiera acudir para disfrutara del baño.
También usarían las fuentes como piscinas públicas cuando
los veranos eran calurosos e insoportables
en Roma, incluso en los
intermedios del teatro solían sacar una especie de piscinas haciendo
actuaciones de natación sincronizada o de escuela de sirenas.
El uso de las termas se generalizó en el mundo romano a
partir del s- I d.C, cuando se descubrió un sistema que permitía calentar y
distribuir el aire caliente gracias al ingeniero Sergio Orata. Su uso se
difundió por el Imperio romano a toda Europa.
Muchas de las termas que fundaron los romanos están
todavía hoy en actividad, normalmente este tipo balnearios están basados en
manantiales de aguas termales, que en muchos casos tienen componentes medicinales,
conocidos como SPA – nihil sub solem – nada nuevo bajo el sol.
Las
termas tenías la siguientes estancias.
El Apodyterium, eran los vestuarios, situada próxima al pórtico de la
entrada donde los bañistas se cambiaban de ropa, con un banco corrido y en la pared unas hornacinas
sin puertas, donde se depositaban las ropas y los objetos personales, que
quedaban vigilados por un esclavo.
El Tepidarium, era una habitación de temperatura tibia
que preparaba al bañista para la de agua caliente.
El Caldarium era un baño de agua caliente.
El Laconicum era un baño de vapor.
El Alveus, era la habitación más luminosa y adornada de las grandes termas, con una piscinas donde se
podía nadar.
En las termas pequeñas esa habitación luminosa y decorada
no tenía piscina, y el baño se tomaba en
bañera o depósitos de agua caliente llamada labra.
El Frigidarium, es la sala destinada a los baños de agua
fría, con una piscina al aire libre donde poder nadar.
Además había tiendas llamadas, Tabernaes que estaban adosadas
a las salas de baños donde se vendían bebidas y comida, que los vendedores
pregonaban a grandes voces entre los bañistas.
Otra actividad relacionada con el agua era un espectáculo
llamado Naumaquia, combate naval, se
puede intuir por el color de la piedra que en el Coliseum de Roma hubo
agua y además hay canalizaciones donde se encontraban las celdas de las fieras.
La primera naumaquia conocida fue la ofrecida por Julio
César al pueblo de Roma en el 46 a. C., durante la celebración de su cuádruple
triunfo.
Tras haber hecho construir una piscina cerca del Tíber,
capaz de albergar auténticas naves, como birremes, trirremes y cuatrirremes, la
representación movilizó a dos mil combatientes y cuatro mil remeros, reclutados
entre los prisioneros de guerra.
Se sabe que los naumachiarii nombre de los guerreros,
saludaban al emperador antes del combate: Morituri te salutant (Los que van a
morir te saludan), siendo erróneo que esta fórmula la usaran los gladiadores.
El agua ha estado presente en muchas de las
civilizaciones a lo largo de la historia. Son numerosas las prácticas,
religiosas y sociales, que desde la antigüedad han tenido como acto principal
este elemento, asociado a la limpieza, tanto
del cuerpo como del espíritu para la purificación.